El dilema de cómo enseñar lectura en California

Reportaje Especial de EdSource

Cómo hace una escuela para que los aprendices de inglés ya lean en tercer grado

Above: En la imagen anterior: La maestra de kindergarten Jennifer Pursley conduce el tiempo en círculo en la escuela primaria Frank Sparkes en Winton.
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En la primaria Frank Sparkes, las palabras vuelan por todos lados. Durante un lunes reciente los alumnos de kindergarten cantaban y bailaban mientras aprendían acerca de la silenciosa “e” que modifica los sonidos de otras vocales.

Los alumnos de primer grado preguntaron cómo se escribían palabras como “hámster,” para terminar de escribir sobre cómo querían gastarse el dinero del cochinito que habían ahorrado. Los de tercer grado discutieron en voz alta acerca de cuáles galletas son las mejores, las Oreo o las Chips Ahoy, ya que éste era el tema de sus ensayos de opinión.

Rodeada de huertos de almendros en el pueblo rural de Winton, aproximadamente 10 millas al noroeste de Merced en el valle central de California, la primaria Frank Sparkes da servicio principalmente a estudiantes latinos de bajos ingresos, de los cuales más de la mitad son aprendices de inglés. Eso es parecido a lo que sucede en muchas escuelas de California. Más de uno de cada tres niños en California ingresan a la escuela sin dominar aún el idioma inglés.

Pero la primaria Frank Sparkes es un caso aparte de otras escuelas y muestra un modelo de lo que es posible. El cincuenta y cuatro por ciento de los aprendices de inglés en el tercer grado en esta escuela, leen y escriben conforme a su nivel de grado, de acuerdo con sus calificaciones en Smarter Balanced, la prueba estandarizada del estado. Eso es cuatro veces más que el promedio en California – en donde sólo el 12.5% de los aprendices de inglés de tercer grado de todo el estado, cumplieron o excedieron el estándar en artes del idioma inglés en el 2022.

CRÉDITO: ZAIDEE STAVELY / EDSOURCE

Ka Vang, directora de la escuela primaria Frank Sparkes, se crió hablando Hmong en su hogar.

Liderada por una directora que fue aprendiz de inglés cuando era niña, y bendecida con maestros que han permanecido durante años, la escuela Frank Sparkes hace énfasis en la lectura y la escritura. Ofrecen premios — incluso bicicletas — a los estudiantes que lean la mayor cantidad de libros en un año.

Analizan el avance de los estudiantes cada tres meses. Y en clase, los estudiantes utilizan constantemente el lenguaje, leyendo y escribiendo, además de discutir ideas en voz alta entre ellos.

Las investigaciones muestran que para que los aprendices de inglés aprendan a leer y a entender aquello que están leyendo, necesitan desarrollo del lenguaje oral — practicar hablar y escuchar en inglés, y más vocabulario, además de otras habilidades que todos los alumnos necesitan, como saber cómo pronunciar cada sonido de las palabras escritas y comprensión de lectura.

Los aprendices de inglés también se benefician cuando los maestros les señalan las diferencias y las similitudes entre aquellos idiomas que hablan en casa y el inglés. Un ejemplo es la manera en que las vocales pueden sonar diferente.

Debido a las bajas calificaciones en lectura a nivel estatal, algunos defensores están pidiendo que California adopte un, así llamado, currículo estructurado, que enfatiza la fonética y se guía por la investigación científica acerca de la lectura.

Defensores de los aprendices de inglés han expresado su preocupación que al hacer demasiado énfasis en enseñar cómo pronunciar cada sonido de las palabras escritas, se podría dejar fuera otras importantes habilidades que necesitan los aprendices de inglés.

Una directora aprendiz de inglés

La directora Ka Vang dice que su propia experiencia como aprendiz de inglés influye en la manera en que ella dirigee la escuela. Ella nació en Laos y creció en Stockton, y es hija de refugiados que hablaban Hmong en casa. Ella recuerda haber tenido dificultades para aprender el idioma inglés.

“Ahora que soy directora, lo estoy observando desde la perspectiva de garantizar que haya mucho desarrollo de vocabulario y mucho modelado. Así es que es algo así como, yo lo hago, luego, ahora lo hacemos juntos, y ahora tú lo haces, y darles a los niños mucha práctica,” dijo Vang.

Cuándo Vang comenzó a dar clases en primer grado en Winton hace más de 30 años, se dio cuenta de que sus estudiantes tenían dificultades para leer.

“Los niños llegaban a mi clase y no sabían muchas letras ni los sonidos de las letras. Y me di cuenta de que cuando los llevaba a la biblioteca, solamente pedían prestados libros con ilustraciones,” dijo Vang, quien posteriormente se convirtió en capacitadora de alfabetización.

Cuando se convirtió en directora, Vang se propuso como objetivo que los estudiantes de la escuela leyeran 50,000 libros al año. Alo largo del año escolar, los estudiantes pueden ganar premios por leer y el estudiante que lea la mayor cantidad de libros en cada grado gana una bicicleta.

También revisa cada trimestre la información que va obteniendo para ver cuántas habilidades han dominado los estudiantes, de aquellas que necesitarán el siguiente año y habla con los maestros acerca de cómo lograr esto.

Fundamentos

Los maestros de la escuela Frank Sparkes enseñan explícitamente los sonidos que hacen las letras y cómo pronunciar todos los sonidos en laspalabras cuando los estudiantes empiezan a leer. La maestra de kindergarten Jennifer Pursley les pidió a los estudiantes que separaran los sonidos en la palabra “kit,” que significa equipo o juego de herramientas en inglés.

“K, ih, t” dijeron, tocándose el hombro, luego el codo y la muñeca. Luego hicieron un movimiento recorriendo todo el brazo, mientras decían “Kit.”

Después, discutieron qué pasaría si se añadiera una e al final de la palabra.

Pursley les preguntó a los estudiantes qué le diría la E Mandona a la vocal i, para hacerla sonar diferente.

“Di tu nombre, di tu nombre, más vale que digas tu nombre,” respondieron los estudiantes alegremente.

“Así que la i dice, ‘OK, OK, en esta palabra mi nombre es Aiiii.’ ¿Y qué responde la E Mandona?

“¡Nada!” Respondieron los alumnos de kindergarten cruzando los brazos y mirando hacia otro lado.

“Kit” se había convertido en “kite”, papalote o cometa en inglés.

Vang dice que la escuela se enfoca en las habilidades fundamentales, como la fonética — aprender los sonidos que hacen las diferentes letras y en decodificar — articular cada sonido de las palabras — pero no sólo en eso.

“Lo estamos viendo desde todos los ángulos, desde diversos frentes. Estamos haciendo pensamiento crítico. Estamos desarrollando el lenguaje oral. Nos aseguramos de que los niños escriban mucho,” dijo Vang.

La investigadora Laurie Olsen, una líder entre los defensores de los aprendices de inglés, estuvo de acuerdo en que usar diferentes métodos de enseñanza es lo que mejor funciona.

“Si dejas fuera la fonética y la decodificación y ese aspecto de las habilidades fundamentales, hay niños que realmente van a sufrir y no van a desarrollarse como lectores,” dijo Olsen, quién fue co-presidente del California English Learner Roadmap (El Mapa de Ruta de los Aprendices de Inglés de California) y es parte de la mesa directiva de Californians Together, una coalición que lucha en favor de los aprendices de inglés.

“Si dejas fuera el profundo compromiso con el texto y con los múltiples sentidos que tiene el texto y el compromiso de hablar acerca de los libros, hay niños que nunca se convertirán en lectores. Si dejas fuera las conexiones que existen entre un idioma y otro, el desarrollo del lenguaje oral y la construcción de vocabulario, tenemos niños que nunca van a convertirse en lectores y escritores.”

Lenguaje Oral

Las paredes de los salones de clases en la escuela Frank Sparkes están cubiertas con ensayos, reportes sobre libros y poemas. Y las clases están vivas con el sonido de los estudiantes. Todo es parte de un esfuerzo deliberado para ayudar a los estudiantes a aprender y practicar el inglés.

“Si eres un hablante de inglés, la mayoría de las palabras que se utilizan para enseñarte a leer son palabras que ya están en tu vocabulario oral. Para los aprendices de inglés es una situación diferente — están aprendiendo simultáneamente a hablar el idioma, conforme aprenden a leerlo y escribirlo,” dijo Claude Goldenberg, profesor emérito de educación en la Universidad de Stanford. “Si estás practicando la fonética y la decodificación, realmente te ayuda el poder entender las palabras. Esa es la diferencia fundamental al enseñarles a leer en inglés a los hablantes de inglés y a los aprendices de inglés.”

Los maestros también les dan a los estudiantes atención individual o en grupos pequeños basándose en su nivel de dominio del idioma inglés.

En un salón de clases de primer grado, la maestra Sandra Morales se sentó con un estudiante y lo escuchó leer en voz alta, mientras el resto del grupo trabajaba en terminar oraciones que empezaban con “Yo ahorraría mi dinero para comprar…” Un estudiante quería comprar un hámster, otro quería marcadores con aroma. En la pared, Morales había colocado listas de palabras que los estudiantes podían usar para comenzar oraciones o para hacer preguntas.

“Dependiendo de su nivel, los impulsamos en esa medida,” dijo Morales. “Si necesitan ir más despacio, entonces vamos más despacio, porque queremos que escriban grandes oraciones. Yo voy y trabajo individualmente con aquellos que necesitan trabajar en sus habilidades de escritura o con los que necesitan leer sus oraciones.”

CRÉDITO: ZAIDEE STAVELY / EDSOURCE

La maestra de primer grado Sandra Morales platica con un estudiante sobre sus oraciones mientras otros hacen otra tarea de escritura.

La maestra de tercer grado Paty López les leyó un artículo a los estudiantes en voz alta acerca de los popotes de plástico que terminan en el océano. Los estudiantes leyeron el texto también y luego discutieron lo que iban aprendiendo.

López dijo que ella se asegura de que los estudiantes se sientan cómodos hablando dentro y fuera del salón de clases.

“Hacemos que se sientan cómodos al dejarlos compartir y luego quieren saber acerca de nosotros y nos hacen preguntas. De esta manera también obtienen mucha práctica,” dijo López.

A medida que Acela Middleton les enseñaba a sus alumnos de tercer grado sobre lo que es inferir — lo que puedes adivinar acerca de lo que has leído usando tu conocimiento anterior y algunas pistas que hay en el texto — los estudiantes compartían sus ideas acerca de lo que sentía un personaje en la historia que estaban leyendo.

“Si yo sé que hay una palabra que tal vez no sepan, entonces nos detenemos, la discutimos, y damos ejemplos. Y es importante que se sientan cómodos, que sepan que nadie se va a reir, que nadie se va a burlar de ellos, sabes?” dijo Middleton.

Otra maestra de tercer grado, Patricia Espinola, separó las partes de un ensayo de opinión con sus estudiantes, y les pidió que compartieran por qué preferían las galletas Oreo o las Chips Ahoy.

Espinosa dijo que ella también se esfuerza por inculcarles el gusto por leer y escribir.

“El otro día estaba leyendo ‘Charlie y la Fábrica de Chocolate’ y les decía ‘Oigan, ¿pueden oler eso? ¿Pueden oler el chocolate?’ ‘Yo sí puedo olerlo. ¡Yo sí puedo olerlo!,’ decían, ¿sabes? Y son cosas sencillas como esas. Y simplemente se lo devoran. Y luego tratan de encontrar libros de ese mismo autor o ya sabes, algo en esa línea,” dijo Espinola.

Cuando sus estudiantes escriben, les dice, “Cuando escribas, haz un dibujo para que yo pueda visualizarlo en mi cabeza y quiero que seas tan descriptivo como sea posible. Siempre les digo, ‘quiero verlo en mi cabeza como si lo viera en la televisión.’”

El Idioma que se habla en el hogar

Las investigaciones muestran que es más fácil para los estudiantes aprender a leer en el idioma que se habla en su hogar, pero aunque California está promoviendo la expansión de la educación bilingüe, la mayoría de los estudiantes en el estado aprenden a leer en inglés.

Aún cuando la enseñanza es sólo en inglés, los investigadores dicen que es importante que los maestros hagan conexiones entre el idioma del hogar de los estudiantes y el inglés.

Muchos de los maestros en la escuela Frank Sparkes crecieron hablando español.
Aunque no enseñan en español, se aseguran de que sus estudiantes sepan que ellos son bilingües y que valoran el bilingüismo.

Morales les dice a sus estudiantes, “Yo sé lo que se siente, porque yo fui uno de ustedes.”

López recuerda haberse quedado en el salón de clases durante el recreo en el segundo grado, para practicar la pronunciación de las palabras en inglés.

“Tenía que sentarme ahí y repasar cada sonido,” dijo López. “Cuando enseñé en segundo grado, me preguntaba ¿por qué mi maestro de segundo grado me habrá hecho quedarme en el salón de clases para hacer eso? Eso es tan loco. Yo nunca haría eso.”

Maestros que permanecen

El superintendente Randall Heller cree que el desempeño relativamente alto del distrito es parcialmente debido a que los maestros permanecen aquí durante años.

“Aquí tenemos muy poco o nada de recambio de maestros. Algunos de nuestros maestros de hecho son nuestros ex-alumnos cuyos padres aún viven en la comunidad,” dijo Heller. “Todos nuestros directores solían ser maestros aquí. Yo fui maestro aquí. Todos nuestros asistentes de director también lo fueron.”

López ha sido maestra en la escuela durante 25 años. Su esposo creció en Winton y también da clases en el distrito, y sus hijos asistieron a la escuela aquí también.

“Nuestra escuela es como una familia,” dijo.

Daniel J. Willis, periodista de datos de EdSource, contribuyó para este artículo.

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