Las familias de los aprendices de inglés deben participar y liderar en el presupuesto de los distritos

Steve Collins, assistant superintendent for special education in West Contra Costa Unified, listens to community input during a breakout session at a district Town Hall meeting to discuss its Local Control Accountability Plan, or LCAP.
Credit: Theresa Harrington/EdSource
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California tiene un marco presupuestario diseñado para involucrar a las comunidades en sus aspiraciones y adaptarse a las necesidades locales. Sin embargo, en gran medida estamos fracasando en conectar verdaderamente con las familias de más de 1,1 millones de Aprendices de Inglés que constituyen el 19,1% de nuestros estudiantes en el Estado y que son una fuente de riqueza y vitalidad lingüística para California.

Replantear nuestro sistema y trazar nuevos caminos para hacer frente a las necesidades educativas de nuestra diversa población es precisamente el espíritu de la ley de presupuestos de California, la Formula de Control Local de la Financiación (LCFF por sus siglas en inglés) que sirve a los californianos desde el año 2013. Las nociones de financiación equitativa basándose en necesidad, el poder local de tomar decisiones, y la involucración de las comunidades están en la raíz de la ley, y se espera que sean parte del desarrollo del Plan de Control y Responsabilidad Local (LCAP, por sus siglas en inglés). Si estos ejes básicos fallan o están ausentes, no queda mucho más de esta visión de financiación de la escuela pública.

Los Aprendices de Inglés son una de las poblaciones identificadas que aportan financiación a los distritos. Sus voces y las de sus familias necesitan ser escuchadas y, por decirlo de modo simple, estamos aún muy lejos de ello. Además de mi trabajo como educador en los Estados Unidos y en el extranjero, desde el nivel primario a la preparatoria y en la universidad, tengo el orgullo de ser el padre de Aprendices de Inglés y haber servido en posiciones de liderazgo comunitario tales como presidente de Comités Consejeros de Aprendices de Inglés a nivel de escuela de distrito. Trabajando codo con codo con otros padres y madres, hemos transformado comités con apenas asistencia en reuniones para tomar acciones concretas en las que participaban docenas de padres. ¿Cuál era nuestro enfoque? Conectar palabras y acciones, la transformación (a menudo vinculada a líneas de presupuesto), y la rendición de cuentas.

Desafortunadamente, a pesar de su compromiso, los padres y madres de Aprendices de Inglés a menudo no son informados de su derecho a ser escuchados en los procesos de presupuesto y las peticiones de sus opiniones se hunden en un mar de terminología educativa. A menudo no se les proporciona el entrenamiento legalmente requerido que les permitiría conocer el valor de su firma en los planes escolares a la hora de certificar que la comunidad ha sido escuchada. En otras ocasiones, las explicaciones sobre las complejidades del presupuesto y la recogida de opiniones se reducen meramente a un segmento en una reunión que impide cualquier tipo de implicación más profunda.

Con demasiada frecuencia los padres y madres de Aprendices de Inglés formulan peticiones concretas sobre lo que les hace falta a sus estudiantes y los programas de Aprendices de Inglés y ni una sugerencia llega al borrador final del LCAP del distrito. No es sorpresa que muchos distritos ignoran el derecho de las familias de los Aprendices de Inglés a recibir una respuesta escrita del superintendente a sus contribuciones al LCAP (Código de Educación 52062, (a) (1)). Estas familias tienen el derecho de estar involucradas en una conversación auténtica y equilibrada.

Los extraordinarios niveles de financiación que nuestro estado ha dedicado a la educación a consecuencia de la pandemia ofrecen una oportunidad para asegurarse de que las necesidades de los aprendices de inglés son atendidas. Sin embargo, la historia y la investigación muestran que a menudo los fondos no alcanzan a llegar a estos niños.

Por ejemplo, por ley cada Aprendiz de Inglés ha de recibir instrucción enfocada en el desarrollo del inglés. Sin embargo, cuando la organización sin ánimo de lucro Californians Together leyó y evaluó los LCAPs de los distritos con el número y porcentaje mayor de Aprendices de Inglés, descubrieron que más de la mitad contenían evidencia débil o inexistente de este tipo de instrucción para ayudar a los estudiantes a aprender inglés.

Existe la posibilidad de que los generosos presupuestos actuales en las escuelas puedan dar paso a recortes forzados por el descenso de inscripción de niños en las escuelas. Esto hace aún más urgente que los padres de los Aprendices de Inglés estén involucrados en el proceso. Dado que el proceso político de presupuesto a menudo dicta que “quien hace ruido, se sale con la suya,” entonces el entrenamiento de maestros, los especialistas de intervención, los paraprofesionales, los servicios de traducción… Cualquier cosa que sea percibida como “blanda” (o más blanda que) puede enfrentarse a estos recortes si lo padres y madres de los Aprendices de Inglés no son consiguen alzar su voz para apoyar estos programas.

Los educadores y líderes deben crear el espacio y las condiciones para una activa y equitativa involucración de la comunidad. Algunos distritos han encontrado maneras efectivas de comunicar. ¿Que el documento del LCAP tiene casi 200 páginas? Se puede desarrollar una infografía. ¿Que los padres no asisten a las reuniones? Podemos hacer reuniones por zoom. Pero quizás el paso más crítico, en el que se “enseña a pescar”, es proporcionar el entrenamiento significativo que las familias de los Aprendices de Inglés han de recibir. Si este entrenamiento identifica las herramientas que los padres de Aprendices de Inglés pueden usar para hacerse oír, y su voz se traduce en dólares y estructuras (o al menos en una explicación sobre por qué no), los padres y madres de Aprendices de Inglés encontrarán un significado más profundo a su asistencia.

Si la LCFF va a estar a la altura de lo que promete, deberíamos poner las palabras “local” y “control” bajo el microscopio. ¿Quién vive en esos contextos locales? ¿Quién controla qué? Tanto para los tiempos presentes como para lo que venga, es urgente y necesario replantear la colaboración entre familias y escuelas y lo que significa para las familias de los Aprendices de Inglés, de modo que más familias entiendan lo que ocurre las escuelas. Las familias de los Aprendices de Inglés tienen el derecho a involucrarse y ser líderes.

Eduardo R. Muñoz-Muñoz, PhD. es un orgulloso padre de aprendices de inglés-emergentes bilingües, el coordinador del Programa Crítico de Autorización Bilingüe Bilingüismo y Justicia en la Universidad Estatal de San José y un participante de la iniciativa Public Voices que forma parte del OpEd Project.

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