¿Es demasiado tarde para aplicar medidas severas hacia las redes sociales para niños?

El uso de redes sociales entre adolescentes se disparó durante la pandemia.
ALISON YIN PARA EDSOURCE
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Conforme la depresión y la ansiedad continúan incrementándose entre la gente joven, algunos funcionarios están presionando a las compañías de redes sociales para que asuman más responsabilidad por el impacto que tienen en los niños.

En su reciente mensaje a la nación, el presidente Joe Biden hizo un llamado a TikTok, Instagram y otras compañías para que mejoren su trabajo en cuanto a la protección de los usuarios menores de 18 años, de los cuales más del 90% son usuarios regulares de redes sociales, de acuerdo con la Academia Americana de Psiquiatría Infantil y Adolescente.

“Los niños ya estaban teniendo dificultades antes de la pandemia. Bullying, violencia, trauma y los daños que provocan las redes sociales… Debemos pedirle cuentas a las plataformas de redes sociales por el experimento que están llevando a cabo a nivel nacional con nuestros niños para su provecho,” dijo Biden. “Es tiempo de fortalecer las protecciones de privacidad, prohibir los anuncios dirigidos a los niños, exigir a las compañías de tecnología que dejen de recolectar información personal sobre nuestros niños.”

Un día después, el fiscal general de California, Rob Bonta, dijo que se estaba integrando a una investigación a nivel nacional sobre si TikTok provoca un daño a la salud física y mental de los niños y si está violando leyes de protección al consumidor. También recientemente, un comité de la cámara de representantes sostuvo una audiencia para impulsar la seguridad y la transparencia en línea, especialmente para niños.

Los padres de familia dicen que este escrutinio debió haberse llevado a cabo desde hace mucho tiempo. Las regulaciones para disminuir el uso de redes sociales entre los niños y los adolescentes son especialmente bienvenidas después de los meses de cuarentena por el Covid, dijeron varios padres de familia, cuando muchos jóvenes estuvieron aislados en casa y pasaron horas y horas en línea al día.

La mayoría de los 50 estudiantes entrevistados por EdSource dijeron que pasan entre tres o cuatro horas al día en las redes sociales. Algunos pasan más de siete horas al día. Unos cuantos dijeron que habían reducido su uso a una hora o menos al día porque sentían que era una pérdida de tiempo y los estaba haciendo sentir mal.

Un padre de familia en el valle de San Lorenzo cerca de Santa Cruz, que pidió que no mencionara su nombre para proteger la privacidad de su hija, dijo que los medios sociales han causado tanto estrés a su hija que dejó de ir a la escuela. La niña, que cursa el noveno grado fue abusada en una app llamada Discord, y le daba miedo encontrarse con los abusadores en su escuela. Su cuenta de Instagram también había sido hackeada.

“Como padre de familia es realmente difícil navegar por esto, saber de cuales señales de alarma hay que estar pendientes,” dijo el padre de familia. “Es tan diferente a cuando nosotros crecimos y que sólo salías a jugar con los niños del vecindario.”

Para la hija, el problema empezó en el quinto grado, cuando la escuela le dio a cada estudiante una Chromebook. En sólo tres horas, la hija ya había dado de alta una cuenta en Instagram (con una fecha de nacimiento falsa) y estaba subiendo videos a YouTube.

“Le pregunté a la escuela si había algún tipo de control en las computadoras y me dijeron que no,” dijo el padre de familia, añadiendo que la educación sobre la competencia digital también era mínima. “Darle a los niños computadoras de esa manera, sin ningún tipo de orientación ni protección, es simplemente una locura.”

Muchas compañías de redes sociales ya están tomando medidas para proteger a los usuarios que tienen menos de 18 años. Instagram por ejemplo, anunció en diciembre que dejaría de permitir a los usuarios etiquetar a los adolescentes que no los siguen y que añadiría una función llamada “tómate un descanso” para aquellos adolescentes que hayan pasado demasiado tiempo en línea.

“Veo el impacto positivo que tiene Instagram para la gente jóven por todos lados. Estoy contento de que nuestra plataforma es un lugar donde los adolescentes pueden pasar tiempo con la gente que les importa, explorar sus intereses y explorar quiénes son,” escribió en el sitio web Adam Mosseri, el director ejecutivo de la compañía. “Quiero asegurarme que permanezca de esa manera, lo cual significa que por encima de todo hay que mantenerlos seguros en Instagram.”

Muchos adolescentes — así como algunos investigadores — dicen que los esfuerzos para controlar las redes sociales son difíciles ya que están tan arraigadas en la cultura juvenil. Y aunque el bullying y otros temas pueden ser un problema, las redes sociales tienen algunos beneficios. Para muchos estudiantes, les puede brindar conexión, entretenimiento, una manera de promover una causa o un negocio y una vía para aprender habilidades tecnológicas.

Yalda Uhls, fundadora del Center for Scholars and Storytellers de la Universidad de California en Los Ángeles y experta en redes sociales y niños, dijo que existe una larga historia en la cual los adultos tratan de regular a los medios favoritos de la gente jóven. Antes de TikTok e Instagram los adultos trataron de acabar con los videojuegos, antes de los videojuegos fueron las computadoras y antes de las computadoras fue la televisión.

“Estos intentos no apuntan realmente a los temas de fondo. En lugar de eso persiguen al medio. Los medios de comunicación siempre han sido un objetivo fácil,” dijo Uhls. “En lugar de eso deberíamos de estar examinando los temas más amplios que están afectando a los jóvenes — la desigualdad, la pobreza, el clima y la educación. Necesitamos observar los sistemas en los cuales la gente joven está creciendo. Las redes sociales son sólo una parte de ello.”

Además, ella dijo, las redes sociales pueden tener un impacto positivo en los estudiantes, así como en los adultos. Durante la pandemia, las redes sociales fueron un sustento para aquellos que se sentían aislados o aburridos en casa. Y para la gente joven, conectar con sus amigos, ya sea en persona o de manera virtual, es apropiado en términos de desarrollo.

“Los niños no son adictos a sus teléfonos. Son adictos a sus amigos,” dijo Uhls. “El teléfono es solamente un medio para llegar a un fin.”

En lugar de prohibir las redes sociales, las escuelas deberían tener una póliza clara que se enfoque en la educación sobre la competencia digital y en la seguridad en línea, con bastante educación para los padres de familia y los maestros. Esas pólizas pueden ser muy diversas — una escuela que enfatiza la tecnología puede permitirle a sus alumnos usar los teléfonos durante clase, por ejemplo, mientras que otras escuelas pueden prohibir toda tecnología, incluso las computadoras.

Michael Robb, director ejecutivo de investigación en la organización sin fines de lucro Common Sense Media, dijo que los funcionarios de gobierno tienen razón en aumentar las regulaciones para las redes sociales, debido a que actualmente las compañías de tecnología no están haciendo lo suficiente para proteger la privacidad de los niños y regular el acceso a contenido inapropiado. Pero en general, la investigación es variada en cuanto al impacto en la gente joven.

“Si las redes sociales son dañinas o no, es un asunto de quién las usa, por qué las usan y cómo las usan,” dijo Robb. “Hay mucha gente joven que es vulnerable y que puede experimentar mayores riesgos en las redes sociales. Estos chicos necesitan apoyo cuando están en línea y cuando están desconectados, y plataformas que sean diseñadas con ellos en mente.”

Common Sense Media recomienda que maestros y padres de familia hablen frecuentemente con jovenes acerca de la “buena ciudadanía” digital, y que las escuelas ofrezcan clases de educación sobre la competencia digital. En un escenario ideal, los jovenes usarian las redes sociales para conectar con amigos, expresarse creativamente y aprender habilidades tecnológicas.

El director general de salud pública de Estados Unidos llegó a una conclusión similar en un reciente reporte sobre la salud mental en general de la gente joven, pero enfatizó en que las compañías de tecnología deberían investigar el efecto de sus productos en los niños, hacer pública esa información y diseñar plataformas que sean seguras para los usuarios de todas las edades.

“Aún cuando la tecnología en promedio no dañe a los jóvenes, algunos tipos de actividades en línea probablemente sí hacen daño a algunos jóvenes,” tales como el desplazamiento pasivo en pantalla (scrolling), de acuerdo con el reporte. “Las compañías de tecnología deben hacerse cargo y asumir su responsabilidad en la creación de un ambiente digital seguro para los niños y los jóvenes.”

Los estudiantes tuvieron diversas reacciones a las propuestas de regular las redes sociales, pero en general apoyaron los intentos de hacer las plataformas más seguras. Algunos dijeron que era una buena idea debido a los efectos dañinos, particularmente para los adolescentes. Otros se burlaron de lo que consideraron una incursión innecesaria de los adultos que “simplemente no entienden.”

“Joe Biden no sabe nada acerca de TikTok,” dijo Lucas DeCarvalho, un estudiante de último año en Piedmont High School, cerca de Oakland. “Los adultos, en general, ven las redes sociales diferente de cómo (los jóvenes) las ven… No puedes solamente poner un letrero que diga alto.”

Aminah Phinnessee, una estudiante de último año en San Leandro High School, dijo que no se preocupa mucho acerca de las redes sociales porque no tiene tiempo. Trabaja 30 horas a la semana y se está preparando para ir a la universidad el siguiente año. Pero cuando era más joven, las redes sociales sí eran un problema, dijo.

“En la secundaria, no creo que me hayan ayudado. Parece como que a todo mundo le está yendo mejor que a ti. Los niños pueden decir algunas cosas, compararte con otras niñas en Instagram. Eso te hace sentir mal acerca de ti misma,” dijo Phinnessee. “Pero cuando eres mayor, tienes una mayor conciencia de ti mismo. Es más fácil solamente dejar el teléfono a un lado, cuando así lo deseas.”

Raquel Barton, otra estudiante de último año en Piedmont High School, dijo que las redes sociales pueden dar a los estudiantes una visión distorsionada y no saludable del mundo, así como contribuir a que los rangos de atención sean menores.

“Pasas 30 minutos en TikTok y ves videos de bailes, luego de una guerra, luego de un tiroteo, de un secuestro, y luego de cachorritos. Es demasiado. Tu cerebro no puede procesarlo. Te hace sentir desamparado,” dijo.

Ashlie May, también en su último año en Ralph J. Bunche Academy en Oakland, dijo que las redes sociales fueron una pesadilla para ella durante la cuarentena de la pandemia. Pasó demasiado tiempo desplazándose en la pantalla y las infinitas imágenes de los así llamados cuerpos perfectos y gente perfecta la habían dejado sintiéndose lastimada y deprimida.

Pero desde que ha vuelto a la escuela presencial, no se ha preocupado mucho por ello. No tiene problema con dejar su teléfono a un lado y hacer otras cosas, tales como su tarea, trabajar o pasar tiempo con sus amigos.

“El bullying es definitivamente un tema en las redes sociales, pero hay cosas positivas también. Puedes usarlo para difundir conciencia acerca de un evento, un tema o alguna causa,” dijo. “Como cualquier cosa, depende de cómo la uses.”

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