Sobre cómo las cuentas de ahorros para la universidad en California siembran las semillas de la educación superior a una edad temprana

El programa estatal propuesto por Newsom otorgaría cuentas a 3.7 millones de estudiantes de bajos ingresos

San Francisco fifth grader Andrea Fuentes contributes from her piggy bank toward a college savings account, given to all San Francisco students in first grade. Gov. Newsom has proposed a similar statewide program to give all low-income first graders college accounts with $500 or $1,000.
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Otorgarle a los jóvenes de bajos ingresos cuentas de ahorros para la universidad a una edad temprana, ha surgido como una estrategia por todo California para no solamente ayudar a las familias a construir recursos  financieros, sino también para avivar aspiraciones universitarias tangibles.

Dichos programas han surgido en Oakland, Los Ángeles y en varias ciudades más desde que San Francisco se convirtió en el 2011 en la primera ciudad en California, con el en aquel entonces alcalde Gavin Newsom, en dar a cada niño que ingresaba al kindergarten en San Francisco Unified una cuenta de ahorros para la universidad con $50 aportados por la ciudad y el condado de San Francisco.

Los Ángeles Unified lanzará su programa el Viernes, dándole a 13,000 de sus 35,000 estudiantes de primer grado, una cuenta con $50 cada uno. Esto se expandirá a todos los estudiantes de primer grado para el otoño, convirtiendo a este en el programa distrital más grande del país. El programa cuenta con fondos para incluir a todos los estudiantes de primer grado que ingresen en los próximos años.

Ya en su tercer año como gobernador, Newsom ha propuesto un programa a nivel estatal de $2 mil millones utilizando fondos para alivio de Covid, con el fin de darle a estudiantes de bajos ingresos aún más dinero para la universidad. Los estudiantes de bajos ingresos que cualifiquen para alimentos gratuitos y de precios reducidos, recibirán una cuenta de ahorros para la universidad con un depósito inicial de $500. Los jóvenes que se encuentren viviendo en la calle y los jóvenes Foster recibirán $500 adicionales en su cuenta de ahorros para la universidad. Los estudiantes de primer grado de bajos ingresos en Los Ángeles se beneficiarán tanto del programa local, como del estatal.

Una vez aprobado por la Legislatura, el programa estatal sería mucho más grande que el de Los Ángeles, al enrolar a 3.7 millones de estudiantes de bajos ingresos en grados de 1º a 12º durante el año fiscal que comienza el 1 de julio. Después del primer año, el programa estatal abrirá cuentas de ahorro para cada estudiante que ingrese a 1er grado proveniente de familias de bajos ingresos, ya que cuenta con fondos de $170 millones del fondo general del estado.

Aunque la mayoría de los programas son demasiado nuevos para medir si es que le están ayudando a los alumnos a pagar la universidad – la primera generación que recibió las cuentas se encuentra ahora en 10º grado – las investigaciones muestran que las cuentas de ahorro para la universidad están cambiando la cultura acerca de la universidad para las familias de bajos ingresos. Las familias que reciben sus cuentas no sólo tienen recursos crecientes para la educación superior de sus hijos, sino que también es más probable que hayan pensado y se hayan preparado para la universidad y sus costos, de acuerdo con una investigación publicada en abril por el Centro para el Desarrollo Social de la Universidad de Washington.

Para Diana Ba de San Francisco, quien conduce autobuses y atiende mesas en restaurantes, y su hija de quinto grado, Andrea Fuentes, el tener la cuenta de ahorros para la universidad ha mantenido la meta de la universidad en el horizonte. Desde que Andrea estaba en el kindergarten, han logrado reunir más de $1,000 para la cuenta.

Ba había comenzado a asistir a la universidad en México antes de migrar a los Estados Unidos, pero no ha podido terminar sus estudios. Dijo que quería que su hija fuera capaz de perseguir sus sueños de asistir a la universidad para convertirse ya sea en diseñadora de modas, bailarina o artista, sin que las finanzas representaran una barrera.

Andrea incluso le da a su madre, dinero y cambio que saca de su alcancía para depositarlo en la cuenta.

“Se siente una satisfacción por tener algo en el futuro, ir a la universidad y algo más”, dijo Andrea.

El Tesorero de San Francisco, José Cisneros dijo que fueron investigaciones anteriores de la Universidad de Washington, las cuales mostraban que los niños con cuentas de ahorros tendían hasta siete veces más a asistir a la universidad que los que no tenían cuenta, lo que hizo que su oficina lanzara el programa piloto.

“Para niños de bajos recursos, cuyos padres tal vez no asistieron a la universidad, que no escuchan a la gente alrededor de ellos hablando acerca de la universidad, es importante construir esas aspiraciones”, dijo Cisneros. “Realmente le da a los chicos un boleto a una oportunidad completa, un viaje, que les dice que esta es una manera más en la que puedes tener éxito, ya sea la universidad, colegios comunitarios, escuela de oficios o lo que sea.”

A pesar de que las cuentas de ahorros para la Universidad tienen el potencial de crecer de manera sustancial a lo largo de las décadas, los alumnos probablemente también necesiten ayuda financiera para cubrir los altos costos de asistir a la universidad. Un año promedio en uno de los planteles de la Universidad de California, sin incluir vivienda, varía entre $34,100 and $36,700, aunque la mayoría de los estudiantes reciben al menos algo de apoyo financiero.

Para finales del 2020, existían 106 programas a lo largo del país que le daban a más de 922,000 estudiantes una cuenta de ahorros para la universidad, típicamente junto con dinero inicial, de acuerdo a la organización sin fines de lucro sobre oportunidades económicas Prosperity Now, que trabaja para expandir las oportunidades económicas para las familias de bajos recursos. Los programas iniciaron en los Estados Unidos a inicios de los años 2000, antes de ganar terreno alrededor del 2010 y se han vuelto más populares cada año.

El profesor de la Universidad de Michigan William Elliot, quien es considerado uno de los investigadores líderes acerca de los beneficios de las cuentas de ahorro para la universidad, dijo que existe un creciente número de investigaciones acerca de los efectos positivos de las cuentas de ahorro para la universidad entre familias de ingresos bajos y moderados. Las cuentas no solo generan una mayor probabilidad de que el joven asista a la universidad, sino que también cambian la perspectiva de los padres de tan solo desear que sus hijos vayan a la universidad a contar con que sus hijos irán a la universidad. Las investigaciones también han demostrado que los jóvenes que tienen cuentas de ahorros tendrán un mejor desarrollo socio-emocional y además las madres de jóvenes con cuentas de ahorro para la universidad son menos propensas a la depresión, dijo.

“Podrían preguntarse por qué, y mi respuesta teórica a eso sería que tienen esperanza sobre el futuro de sus hijos, lo cual las hace más optimistas acerca de sus vidas, aún cuando no se les dio dinero para modificar sus actividades del día a día”, dijo Elliot.

El vocero de la Oficina del Gobernador Alex Stack dijo que las cuentas de ahorros operarían “de manera sustancialmente similar,” a los planes 529 – que están exentos de impuestos con opciones de portafolios de inversión para que el dinero pueda crecer en el tiempo. Sin embargo, las cuentas incluidas en la propuesta de Newsom no estarían identificadas específicamente como planes 529, dijo Stack.

De acuerdo al borrador que explica la iniciativa de la propuesta de Newsom, los fondos no son transferibles a nadie más y sólo podrán ser utilizados para cubrir los costos de educación superior de manera comprobable. Los estudiantes indocumentados también serían elegibles para el programa, que se regirá por leyes estatales y federales de privacidad.

La iniciativa también dice que cualquier aporte que sea depositado o ganancias acumuladas por la inversión en la cuenta de ahorros del joven no afectará su elegibilidad para recibir ayuda financiera estatal ni federal.

Los fondos en las cuentas de ahorro seguirían siendo propiedad del estado hasta que el receptor los utilice para educación superior o alcance la edad de 35. Si los fondos no se utilizan antes de que el receptor cumpla la edad de 35 años, la cuenta se retornará a los fondos generales del programa y estará disponible para otros jóvenes en el futuro.

Newsom propone utilizar los dólares del Plan Americano de Rescate federal de una vez para financiar el programa durante 2021-22, continuando con $170 millones del estado iniciando en 2022-23. La propuesta debe ser aprobada por la Legislatura.

A lo largo del país, son relativamente pocas las familias que contribuyen fondos a las cuentas de ahorro para la universidad de sus hijos una vez que están establecidas – y la mayoría de los que sí lo hacen, tienden a ser más ricos, de acuerdo con la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno de los Estados Unidos.

Pero Elliot dice que esa es una visión estrecha del papel de las cuentas de ahorro para la universidad. Aún cuando las familias no sean capaces de depositar dinero en las cuentas, siguen “comprometiéndose con las cuentas,” hablándole a sus hijos acerca de asistir a la universidad y viendo las cuentas como un recurso creciente. Las cuentas también permiten transferencias del gobierno hacia ellas, en caso de que obtengan becas del gobierno o algún otro financiamiento. Y los fondos pueden crecer si se invierten durante más de una década.

“Al final del día, las familias de bajos ingresos obtienen pequeñas cantidades de dinero,” dijo Elliott. “Podemos querer que por su propio esfuerzo estudien sus carreras con los ahorros que acumulen, pero ellos no van a hacer eso. Lo importante es que están ahorrando algo y que estén comprometidos con el proceso.”

En el plan de Los Ángeles Unified, , Opportunity L.A., el financiamiento inicial se depositará en las cuentas de solo-depósito de los estudiantes en lugar de en los planes 529.

Los funcionarios del distrito dicen que esto haría más fácil que participaran las familias de indocumentados ya que no tendrían que llenar formatos para acceder y depositar en sus cuentas. Las familias también pueden retirar fondos de sus cuentas de ahorro en caso de una emergencia familiar, de acuerdo con el sitio web de Opportunity L.A., aunque aplicarán algunas restricciones que aún no están finalizadas.

En caso de que los estudiantes también califiquen para el programa a nivel estatal, el distrito tendría que resolver la logística.

“Estoy muy emocionado de ver la propuesta estatal que sigue el ejemplo de L.A. de invertir en los estudiantes y espero aprender más acerca de cómo la iniciativa dirigida se alinearía y podría suplementar a nuestra iniciativa local universal,” dijo el miembro de la mesa directiva de L.A. Unified, Nick Melvoin. “Más del 80% de los estudiantes de L.A. Unified son de bajos ingresos, o jóvenes Foster, o Aprendices de Inglés que cualificarían y se beneficiarían de las cuentas estatales propuestas que así ayudarían a que fueran una realidad la estabilidad económica y el éxito universitario.”

La Promesa de Oakland, una iniciativa multifacética para ayudar a los jóvenes a obtener una licenciatura universitaria, ofrece un programa Bebé Brillante, el cual abre una cuenta 529 con $500 para cada recién nacido de familias de bajos ingresos. Además, La Promesa de Oakland ofrece un programa de Kindergarten hasta la Universidad que aporta $100 para cada estudiante de kindergarten del Distrito Escolar Unificado de Oakland en un fondo de becas universitarias. La iniciativa La Promesa de Oakland, que es llevada a cabo por una organización sin fines de lucro, también ofrece talleres y asesoramiento financiero uno a uno para ayudar a las familias a empezar a ahorrar desde temprano.

Sin embargo, solo algunas familias han aportado sus propios fondos a las cuentas de ahorro para la universidad del programa Bebé Brillante, dijo la directora Amanda Feinstein. Pero ese no es el enfoque del programa, dijo.

“Nuestro enfoque es crear un recurso que sea inspirador y que apoye las aspiraciones de los padres de familia para sus hijos”, dijo Feinstein. “Esto consiste en darle a las familias un recurso tangible para que se enfoquen en él.”

Mia Bonta, Director Ejecutivo en Jefe de La Promesa de Oakland, dijo que algunas de las familias con las que trabajan han expresado que las cuentas de ahorros para la universidad y el asesoramiento financiero han sido puntos de luz durante la incertidumbre causada por la pandemia de Covid-19.

Las familias han expresado que aún tienen esperanzas y se sienten menos ansiosas aún en este momento de devastación que el Covid-19 le ha traído a nuestras comunidades,” dijo Bonta.

Betty Márquez Rosales, escritora del equipo de EdSource contribuyó en este reporte.

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